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El asesinato de la exalcaldesa Gladys Merlín y su hija sigue sin respuestas después de 2 meses en Veracruz

16/04/2021 - 3:33 pm

A dos meses del doble feminicidio, el empresario Emigdio Enríquez exige a la FGE acciones para dar con los autores materiales e intelectuales de la masacre en la que su hermana, Carla Enríquez, y su madre, Gladys Merlín, perdieron la vida.

Por Ignacio Carvajal

Veracruz, 16 abril (Blog expediente).- Hace dos meses, en su residencia de Cosoleacaque, Veracruz, fueron asesinadas la exalcaldesa Gladys Merlín Castro, y su hija, Carla Guadalupe Enríquez Merlín, hasta ahora la Fiscalía General del Estado no ha ofrecido a la opinión pública, ni a su familia, un informe detallado sobre el avance de las investigaciones.

Emigdio Enríquez Merlín, el único que sobrevive de esa tragedia, denunció durante las primeras horas de este miércoles que las investigaciones por parte de la Fiscalía de Verónica Hernández Giadans están completamente paralizadas y si están avanzando él no sabe qué rumbo llevan.

Es más, a la fecha, Millo Enríquez no sabe quién es Verónica Hernández, la Fiscal General del Estado cuyo jefe de Prensa, Mario Lozano, proclama a los cuatro vientos que están preocupados por las víctimas del delito y para ello promociona en una nueva faceta con fotos tipo pasarela de Cibeles.

Pero Millo Enríquez nunca ha visto a la Fiscal de frente y tampoco ella le ha ofrecido audiencia, a pesar de que su familia fue aniquilada en uno de los peores crimines que hayan sacudido al sur de Veracruz en la administración de Cuitláhuac García Jiménez.

Durante su última visita al sur, la Fiscal Verónica Hernández Giadans no ofreció entrevistas a medios de comunicación, se la pasó aislada, siempre sirviendo de escolta al titular de la SEGOB, Éric Patrocinio Cisneros.

En el poblado de San Cristóbal, Minatitlán, donde se celebró la mesa de seguridad el pasado 8 de abril, los habitantes de ese sitio se preguntaron si esa dama que iba escoltando al Dos del Palacio era la Fiscal o una de sus secretarias, pues arribó cargando sus libretas de apuntes y con un desenvolvimiento corporal que la alejaba de la autonomía que debe mostrar la Fiscal General del Estado.

A pesar de que el caso ha jalado la atención del mismo Presidente, Andrés Manuel López Obrador, que al menos ha mencionado el tema de Gladis Merly y Carla Enríquez en al menos tres ocasiones en sus conferencias, la Fiscal Verónica Hernández Giadans no ha tenido la sensibilidad de buscar al empresario que hoy es víctima del delito, y que se duele por la indiferencia con la que lo han tratado desde la cúpula.

EL ATAQUE

Carla Enríquez y su madre, Gladys, fueron atacadas hace dos meses, durante la madrugada cuando descansaban en su residencia de la avenida Corregidora, en la zona centro de Cosoleacaque.

Confiadas en la seguridad y los sistemas de vigilancia de la casa, así como en el trabajo de dos elementos del IPAX, las mujeres se fueron a la cama sin saber que no volverían al amanecer.

Dos sujetos provistos de armas blancas ingresaron a la vivienda, usando un ruta bien conocida, y con el apoyo de interior, pues los sistemas de seguridad, como el cerco eléctrico fueron desactivados.

Los asesinos ingresaron por la parte más alta de la barda, en una zona oscura llena de árboles, treparon por más de 4 metros, sabedores que la electrificación no operaba y no les haría daño.

Cortaron los alambrados de púas e ingresaron a la casa usando una ventana que, casualmente, tenía mucho tiempo esperando mantenimiento y no cerraba bien, situación que solo sabían los más allegados a la vivienda, entre ellos dos exescoltas que hoy son buscados como principales sospechosos; así como por parte de los guardias del IPAX que estaban esa noche, Isabel N y Víctor N, hoy detenidos en el penal de Coatzacoalcos vinculados a proceso por feminicidio.

En el interior, como se aprecia en los videos de vigilancia de las recámaras y salas, medio de la noche, armados de cuchillos afilados, tapados del rostro, usando ropas oscuras, se movían con mucha destreza. Como si conocieran puntualmente cada rincón de la casa. Así como si estuvieran enterados de cada detalle para evitar tropezarse y hacer ruidos.

Así se fueron directo a la habitación de las dos mujeres, en donde se encontraba una caja fuerte.

Rápido, tomaron el control de las víctimas, asesinaron a Carla Enríquez y después a su mamá. Antes de eso, les sacaron la combinación de la caja fuerte de donde se estima sacaron un cuantioso botín consistente en joyas, relojes, dinero en efectivo y demás objetos de alto valor.

Pero según las investigaciones, solo uno de los asesinos se escapó por la misma escalera por donde ingresaron, el otro, cargando la maleta con el botín, se fugó por la entrada principal, donde estaba comisionado el policía del IPAX Víctor N, quien ese día, casualmente, había olvidado su teléfono celular, y según sus declaraciones, se había quedado dormido y no escuchó nada extraño.

A ese sitio habría arribado un vehículo que se lo llevó lejos del punto. Aunque la otra elemento del IPAX, Isabel N, supuestamente enfrentó a los maleantes, resultando con lesiones en una mano, en algunas declaraciones cae en diversas contradicciones que hace suponer un auto atentado.

En entrevista para este medio, el empresario Emigdio Enríquez dijo que le parecía lamentable que al paso de tantos días, la Fiscalía no ha logrado detener a los asesinos materiales, así, también llegar al intelectual.

«Dos meses en unas horas Fiscalía General del Estado de Veracruz si no pueden desde ahora les digo en menos de un mes yo les entrego a los malditos y cobardes asesinos de mi madre y mi hermana, se los voy a entregar vivos espero que no salgan de la cárcel esos hijos de puta», publicó en su página de Facebook el también exjugador de los Tiburones Rojos.

Enríquez indicó que se sintió extrañado por las últimas declaraciones de la titular de Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, en el sentido de que la muerte de su madre y hermana habían sido por «el robo de dinero en efectivo y joyas con un valor superior a los tres millones de pesos».

En esa misma declaración, recordó que ya «hay dos personas vinculadas a proceso por el delito de feminicidio, ambas personas eran del círculo cercano de las hoy asesinadas»

Millo Enríquez indicó que no le convence que el robo sea el móvil para acabar con la vida de dos mujeres, sobre todo como se dieron los hechos, con tanta saña y castigo para ellas.

Recordó que aún está de por medio la línea política, y hasta que no se detenga a los autores materiales, no se puede establecer que todo fue por un robo, por lo «yo pido que se llegue hasta donde se tope».

Es decir, agotar todas las líneas.

No debe olvidarse que Carla Enríquez y su madre estaban involucradas en un proyecto político para que la primera fuera la abanderada de Morena a la Alcaldía de Cosoleacaque, cargo que ocupó su madre en dos ocasiones, al igual que otros miembros de su familia, desde su abuelo, Heliodoro Merlín y algunos tíos.

Millo Enríquez tiene señalamientos duros contra la Fiscalía General del estado, que no le ha dado la cara, ni informes oficiales sobre el caso, pero reconoce que el titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, y el de Gobernación, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, le dieron sendas audiencias para ofrecerle ayuda para dar con los asesinos y esclarecer el caso, así como la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, originaria de la zona sur de Veracruz, ha demostrado su solidaridad de manera infinita.

En contraste, recalcó la ardua labor que han desempeñado los elementos de la Policía Ministerial del Estado que lograron la captura de los policías del IPAX para que sean investigados, igualmente, gracias al trabajo de la ministerial, se dio una caleta donde fueron encontrados objetos de valor, joyas y dinero en efectivo por poco más de tres millones de pesos que estaban enterrados en el patio de una casa de la zona de Los Tuxtlas, vivienda vinculada a los ex escoltas que son prófugos de la justicia.

Sin embargo, la información sobre esta casa la obtuvo de manera informal y se acabó de enterar por la mañanera del Presidente de la República del pasado 9 de abril, en la Ciudad de México. Se quedó esperando que la Fiscalía le citara para darle detalles del aseguramiento en dicha casa en Los Tuxtlas.

“Ya son dos meses y yo no sé nada de cómo va el caso, no lo puedo creer, y veo por ejemplo como la policía de Tamaulipas ¡rápidamente dio con los sospechosos del asesinato de tres personas allá en Altamira, cometido supuestamente por personas del sur de Veracruz, y solo con un teléfono celular¡, y ellos acá no los pueden atrapar a los que mataron cobardemente a mi mamá y hermana”.

«Por eso ya les dije, que si no pueden, yo iré a buscarlos y se los entrego vivos a esos …», indica en entrevista telefónica.

Otro agravio más que suma millo para con la Fiscalía, es que «a mí trataron como delincuente… claro, me tomaron huellas, me tomaron muestras de saliva y de boca y de cabello, fui el primero al que voltearon a ver para hacerle eso… ¿Cómo chingas se les ocurre que yo le iba hacer eso a mi mamá y a mi hermanita”?

A la distancia, Millo Enríquez reconoce que la suma de los días, con la ausencia de su amada madre y hermana, lo han alcanzado, con un dolor que no lo soporta en el pecho, y que se vuelve más cruel con por la indiferencia de las autoridades.

Reconoce que ha intentado buscar alternativas para salir adelante a este gran golpe de la vida, como la actividad pública, y la política, pero le ha sido completamente inútil y hoy está completamente convencido de que debe buscar justicia para sus seres amados a toda costa.

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